Pellets y calderas de pequeña potencia

17.10.2015 11:22

Los sistemas de calefacción por biomasa pueden alimentarse con distintos tipos de combustibles.

Los más utilizados son los residuos de maderas naturales pretriturados (astillas, cortezas,etc), y los residuos agroindustriales como el hueso de aceituna, la pepita de una uva o la cáscara de almendra.

 

Estos combustibles tienen la ventaja común de su bajo coste, pero las características son variables.

 

 

  

Los pellets son un biocombustible estandarizado a nivel internacional, tienen forma cilíndrica, y proceden de pelletización de serrines y virutas.

 

 

 

 

 

El proceso de pelletización consiste en la compactación de la biomasa de madera natural, mediante la aplicación de una gran presión (por encima de 100 bar) con unos rodillos sobre una matriz perforada, a través de la cuál se hace pasar el material (pellet).

 

 

 

 

 

En el caso de viviendas unifamiliares las calderas o estufas de pellets empleadas son equipos compactos de potencias de hasta 70kW.

 

Estas calderas están diseñadas para transferir el calor generado por radiación y convección de aire caliente en la propia estancia donde se coloca el equipo o también para generar agua caliente para calefacción o ACS.

 

  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Generalmente son equipos con un grado de rendimiento por encima del 90%.

 

  Las calderas de baja potencia pueden admitir un depósito o tolva de combustible, por lo que no   es necesario disponer de un lugar adicional para el almacenamiento de la biomasa. 

  La capacidad de la tolva depende de la potencia y el modelo de la caldera.

 

La carga de los pellets se suele realizar por la parte superior.                                                                                                                                       

Para una potencia de 25 kW suele estar comprendida entre 40 Kg y 60 Kg lo que proporciona una autonomía de 30 horas. También hay que decir que hay calderas de pequeña potencia con sistemas de almacenamiento para una mayor autonomía.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En general, este tipo de calderas incorpora las siguientes prestaciones:

 

* Programador de funcionamiento, para encender y apagar el equipo.

* Panel sinóptico de control del equipo, desde donde se pueden fijar los parámetros de funcionamiento.

* Algunos modelos disponen de encendido a distancias mediante teléfono móvil.

* Fácil limpieza o sistema de limpieza automática.

* Regulación automática de la combustión en función de las demandas de calefacción.

* Algunos modelos son policombustibles, permitiendo el consumo de otras biomasas ademas de pellets.

* Depósitos de cenizas para facilitar la limpieza.

 
 
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